Nací y crecí en Sevilla y Cazalla, tierra con la que me identifico y en la que están mi familia y mis raíces. Desde chica he vivido y disfrutado nuestras tradiciones. Los preparativos, vestirme de gitana, idas y venidas a la modista de las mujeres de la casa…, siempre observaba con interés y me fijaba en los detalles, en los mantones heredados, y en las fotos de ferias pasadas. Me fascinaban las gitanas de antes, y siempre me ha gustado imitarlas.
Mis mantones y complementos son el resultado y el reflejo de estas vivencias, y de mi idea cómo debe ser la gitana perfecta: sobriedad, elegancia y comodidad.